THIBAUT COURTOIS EL REY DE LA SELVA
por Alejandro Martinez
Thibaut Courtois volvió a sostener al equipo en los momentos más difíciles. El belga se ha convertido en uno de los pilares del Real Madrid. Sus paradas salvadoras han hecho que la afición se vuelque con él. De menos a más desde su llegada, su solidez bajo los palos ha hecho que se consolide en el club.
Thibaut Courtois salvando al Real Madrid. Una frase que ya se ha hecho habitual en algunos partidos del Real Madrid en las últimas temporadas. El enorme portero belga ha dado muchos puntos al equipo, sobre todo, en las dos últimas temporadas, donde ya se asentó como titular indiscutible. Nadie duda que está en el podio de mejores porteros del mundo.
Desde hacía unas temporadas, ya se decía que quería volver a España para poder estar con sus hijos, que estaban en la capital fruto de una relación anterior que tuvo en su paso por el Atlético de Madrid. Tras varios meses y, aprovechando que le quedaba un año de contrato, el Real Madrid lo fichó por 35 millones en 2018, tras ser el mejor portero del Mundial de Rusia. Un precio, hoy en día, que casi es un regalo.
Los comienzos no fueron fáciles para Tibú. El belga tuvo que rivalizar con Keylor Navas, que venía de ser el portero titular de las últimas 3 Champions. Tanto Julen Lopetegui, como Santi Solari y, finalmente, Zinedine Zidane confiaron en él para ser titular algo que cierto sector del aficionado merengue no entendió, como le ocurrió al costarricense (en menor medida) cuando ocupó el puesto de Iker Casillas.
Tras una temporada desastrosa para el club, a pesar de ganar el Mundial de Clubes, donde perdieron La Liga contra el Barça de forma clara, fueron eliminados por los culés en el Santiago Bernabéu en las semifinales de Copa y humillados por el Ajax, también en casa, en Champions, Keylor Navas abandonaría el club dirección PSG en los últimos días del mercado, dejando en una situación complicada al Real Madrid, que tuvo que tirar de Alphonse Areola, como cedido por parte del equipo parisino, para competir con Courtois.
Ese movimiento de última hora fue el despegue de Courtois en el Real Madrid, aunque tardó un poco más. Parte del público nostálgico, que abunda y mucho en el Madrid, le culpaba de los goles encajados. El culmen llegó en un partido de Champions en casa, contra el Brujas, que iba perdiendo 0-2, se le pitó antes de ser substituido en el descanso por una lesión que, muchos, atribuyeron a un tema mental. Incluso alguno, pedía a Areola de titular. Desde ese día, Courtois se volvió indiscutible.
En Liga, sostuvo al equipo en momentos difíciles, aunque se acabó notando más después del parón por la pandemia. En esos 10 partidos fue un muro para cualquier rival, siendo el Zamora de La Liga. Intimidante, por su envergadura, en el 1 contra 1, seguro por alto, imposible de batir en tiros lejanos, con gran dominio con los pies, se puede decir que el belga es el mejor portero que ha defendido la portería blanca de las últimas décadas. Y no es una exageración. Su técnica de portero es de las mejores que hay en el mundo. Dudo mucho que se baje del podio.
Y ese momento sigue en esta temporada. En el partido contra el Inter Thibaut Courtois volvió a ser el mejor del equipo en la primera parte. Y no es la primera vez ni, seguramente, sea la última. En una selva donde hay todo tipo de animales feroces, nadie nos dijo que una jirafa (como le llaman en el vestuario) podía ser el rey. Al menos, sin discusión, es el rey de la portería blanca.
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